Un rayo de esperanza para los estadounidenses con problemas de liquidez que se acercan a la temporada navideña: se prevé que los precios de la gasolina caigan significativamente en los próximos meses. Patrick De Haan, jefe de análisis de petróleo de GasBuddy, sugiere una caída de 0,10 a 0,30 dólares por galón, impulsada por varios factores que convergen en un momento oportuno.
Los factores detrás del pronóstico
De Haan señala tres fuerzas principales que crean este posible respiro para los conductores:
- Impulso de la producción de la OPEP+: En octubre, la alianza OPEP+ sorprendió a muchos al aceptar aumentar la producción de petróleo. Esta medida se produce en medio de un típico exceso de oferta estacional invernal en el hemisferio norte, lo que significa que el aumento de la producción podría generar precios incluso más bajos de lo habitual durante este período.
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Cambiar a combustible de mezcla de invierno: A medida que bajan las temperaturas, las refinerías pasan a producir combustible de “mezcla de invierno”. Esta mezcla contiene un mayor porcentaje de butano, que generalmente es menos costoso de producir. Este cambio coincide con una demanda naturalmente menor de gasolina a medida que la temporada de viajes de verano termina y la gente conduce menos en los meses de invierno.
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Recorte de las tasas de interés de la Reserva Federal: Si bien el vínculo entre las tasas de interés y los precios del gas es complejo, De Haan cree que el recorte de las tasas de la Reserva Federal de octubre podría tener un efecto positivo. Las tasas de interés más bajas podrían indicar un debilitamiento de la economía, lo que podría reducir la demanda de petróleo. Además, reducen los costos de producción para las compañías petroleras, lo que podría traducirse en ahorros para los consumidores en el surtidor.
Se esperan variaciones regionales
Si bien estos factores pintan un panorama optimista a nivel nacional, De Haan anticipa caídas aún más dramáticas en ciertas regiones:
- Costa Oeste y Noreste: Estas áreas generalmente enfrentan precios de gas más altos debido a problemas de suministro (cierres de refinerías en la Costa Oeste) y una mayor dependencia del petróleo importado en el Noreste. Con vulnerabilidades preexistentes, estas regiones serán las que más se beneficiarán de un aumento en la oferta y cualquier disminución correspondiente en el precio.
Posibles obstáculos en el camino por delante
Si bien estos factores positivos dominan las perspectivas, eventos inesperados aún podrían hacer que los precios del gas se disparen:
- Alteraciones climáticas: Los huracanes u otros fenómenos climáticos severos pueden paralizar las refinerías, dañar los oleoductos o interrumpir la producción y la entrega, lo que rápidamente reduce la oferta y eleva los precios.
- Aumento inesperado de la demanda: Una economía más fuerte de lo esperado, un aumento en los viajes o cualquier repunte en la actividad empresarial y de consumo podrían superar la oferta disponible, impulsando los precios al alza.
- Tensiones geopolíticas: Los aranceles gubernamentales sobre las importaciones de petróleo o los conflictos globales pueden alterar rápidamente las cadenas de suministro y desencadenar aumentos de precios.
Refinerías: un comodín constante
Incluso las interrupciones temporales en las refinerías debido a cortes, mantenimiento o circunstancias imprevistas pueden afectar significativamente los precios del gas.
En conclusión, varios factores apuntan a una bienvenida caída de los precios del gas este invierno, particularmente debido al aumento de la producción, los cambios estacionales de combustible y las tasas de interés potencialmente más bajas. Sin embargo, la naturaleza volátil de los mercados energéticos mundiales significa que eventos imprevistos podrían fácilmente descarrilar este pronóstico positivo.














































