Las ventas de Tesla en toda Europa continúan cayendo drásticamente y en noviembre de 2025 se producirá una caída significativa en los mercados clave. Francia, Suecia y Dinamarca informaron caídas de más del 50 por ciento en las matriculaciones de Tesla en comparación con el año anterior. Incluso en Alemania, donde Tesla opera su única fábrica europea, las ventas se han reducido a la mitad. Sin embargo, Noruega es una sorprendente excepción: las matriculaciones de Tesla se triplicaron en el mismo período, lo que la convierte en la marca de automóviles dominante en el país.
La tendencia europea más amplia
El declive no es aislado. La participación general de Tesla en el mercado europeo ha caído del 12,6 por ciento al 7,2 por ciento desde mayo de 2024. Competidores como Volkswagen y BYD están ganando terreno, y Volkswagen superó a Tesla en ventas de vehículos eléctricos durante la primera mitad del año. Este cambio refleja una competencia cada vez mayor: ahora hay más de 150 modelos eléctricos disponibles de varios fabricantes. Una encuesta indica que los consumidores perciben cada vez más que Tesla está perdiendo su ventaja de “novedad y calidad”.
Reacción política y percepción de marca
Parte del declive de Tesla está ligado a las controvertidas declaraciones políticas de Elon Musk, especialmente en Alemania. Su apoyo al partido de extrema derecha AfD provocó boicots por parte de empresas y figuras públicas. Esto pone de relieve cómo las posturas políticas pueden impactar directamente el comportamiento del consumidor, particularmente en mercados sensibles a ideologías extremistas. La erosión de la imagen de marca es importante porque la compra de automóviles suele ser decisiones tanto emocionales como racionales.
El caso único de Noruega
La historia de éxito de Noruega se debe a una política de larga data de agresivos incentivos para los vehículos eléctricos. Durante más de dos décadas, Noruega ha hecho que los vehículos eléctricos sean más baratos que los automóviles tradicionales mediante exenciones fiscales: una reducción del IVA del 25 por ciento para los modelos de menos de 42.500 euros. Esto ha impulsado la penetración de los vehículos eléctricos a un nivel sin precedentes del 97,6 por ciento de nuevas matriculaciones.
Sin embargo, la situación está cambiando. El gobierno noruego planea reducir y eventualmente eliminar estos incentivos en 2026 y 2027. Esto explica el aumento actual de las ventas de Tesla: los consumidores se apresuran a comprar antes de que desaparezcan los beneficios. El caso de Noruega es un ejemplo claro de cómo las políticas pueden acelerar rápidamente la adopción de vehículos eléctricos, pero también de cómo los incentivos insostenibles pueden crear una demanda artificial.
El éxito actual de Tesla en Noruega no es necesariamente un reflejo de la lealtad a la marca sino una respuesta directa a las ventajas financieras que están a punto de expirar.
La pregunta subyacente es si Tesla podrá mantener su posición una vez que se eliminen estos incentivos, o si la tendencia europea más amplia de caída de ventas eventualmente se recuperará.



































